domingo, 24 de abril de 2011

¡RESUCITÓ!


Feliz Pascua de Resurrección a todos.

domingo, 17 de abril de 2011

LA ACCIÓN DE LOS CATÓLICOS


El pasado 14 de abril se produjo un importantísimo acto en la Universidad Complutense de Madrid en respuesta a la persecución, profanaciones y sacrilegios que se están produciendo por toda España en el marco del laicismo salvaje y agresivo que se está viviendo. Fueron varias las ponencias que se presentaron, todas de gran valía. Pero me interesa mucho la de D. Jose Miguel Gambra (profesor de dicha Universidad), pues da las claves sobre cómo debe proceder el perseguido, esto es, el católico. Entresaco lo siguiente:

"Siguiendo el ejemplo de sus mayores, el catolicismo español, por amor a Dios y a la Iglesia, tiene que recuperar la influencia política que por su número le corresponde. Y, por paradójico que parezca, tiene que empezar por abandonar el clericalismo que le tiene paralizado. Es de toda evidencia que no bastan denuncias, recogidas de firmas y manifestaciones. Es de vital urgencia que los católicos hallen la vía de asociarse, con o sin el beneplácito de las autoridades eclesiásticas, porque la función de éstas no es organizar la sociedad civil, sino transmitir la doctrina social, en consonancia con la tradición, señalar el error e intervenir en lo que afecte a asuntos espirituales.

Hay que adherirse a las organizaciones y partidos que defienden la integridad de la tradicional doctrina social de la Iglesia, con el fin de evitar en nuestro país la barbarie anticatólica que empieza a aflorar, y cuyas imprevisibles consecuencias pueden ser de la mayor gravedad. La incapacidad de los eclesiásticos no nos exonera de la obligación de defender a Dios. Hay que romper con el voto cautivo de los católicos y restar apoyo a los partidos que se reparten el poder. Dentro de la legalidad humana vigente, ése es el único camino efectivo.

Pero, si la ley humana falla y esto sigue así, los católicos deberemos hacer cuanto permita la ley de Dios en defensa de Nuestro Señor y de la Iglesia, empezando por acudir a la procesión blasfema de Jueves Santo, por ponerse delante y, luego, pues ¡a ver qué pasa! Lo exige nuestra fe, lo exige nuestro amor a España y lo exige el honor mismo que merece Dios".

Como se dice vulgarmente, más claro agua. Da en el clavo de forma magistral. Hagámosle caso. Sacudámonos el yugo clerical, movilicémonos con la misma fuerza que lo hacen nuestros adversarios y no demos ni un voto más a aquellos que no defienden de verdad nuestras creencias. No hay otra forma.

sábado, 16 de abril de 2011

LA ANTIESPAÑA REDIVIVA


Lamentando no haber podido prestar más atención al blog vuelvo a escribir en él con el propósito de ser más regular y buscar tiempo donde a veces no lo hay. Se lo debo a mis lectores.

Durante todo este tiempo han acaecido muchas cosas graves que sería prolijo enumerar. Me quedo con dos que muestran bien a las claras adónde nos dirigimos si Dios no lo remedia.

La primera es la brutal persecución religiosa que estamos padeciendo en España. Se asaltan Templos católicos con total impunidad, se queman Iglesias con pintadas como "arderéis como en el 36", se cierran bajo presiones inadmisibles capillas en Universidades y para colmo de males se proyecta una "procesión" atea para el Jueves Santo, mientras el (des) gobierno, en boca de un alto jerifalte socialista le declara la guerra a los católicos porque "sólo entienden el palo" (Peces Barba dixit). Es peligrosísimo este clima anticatólico por la virulencia que ha tomado pero quizás por algo más importante aún: por la falta de reacción de los católicos. O reaccionamos virilmente, gallardamente, con la fuerza que nos dá la razón (porque la tenemos) y la confianza en Dios o acabaremos como los judíos en la Alemania nazi y de paso España desaparecerá porque no se puede entender España sin la religión católica.

Y la segunda es el significativo paralelismo siguiente: mientras se nombra a un hijo del genocida Carrillo rector de una universidad, se le censura a un militar español una conferencia por el mero hecho de llamarse Blas Piñar. Es decir se premia a un hijo de Carrillo por serlo y se castiga a un hijo de Blas Piñar por serlo. Otra vez las dos Españas, o mejor dicho, España (despreciada, degradada, vituperada, asfixiada, escupida y censurada) y la antiEspaña (enaltecida, engrandecida, premiada, alabada, exaltada y celebrada).

Estos son los momentos que vive España, atacada en su religiosidad y en su ser propio como Patria. Lo último que podemos hacer es lamentarnos y escondernos. Antes al contrario, hay que reaccionar, tenemos que ponernos en nuestro sitio y cerrar el paso a las turbas que quieren acabar con nuestra Fe y a los politicastros que quieren acabar con España, con su grandeza y con su libertad. Esto requiere fuerza moral y espiritual. Hagámos acopio de ella y estemos prestos al combate. Esto no ha hecho más que comenzar.