
Según informa el diario La Vanguardia el presidente de la Generalidad de Cataluña, Montilla, se reunió el 3 de diciembre con altos cargos de la Masonería en España. José Carretero (Gran Logia de España), Jordi Farrerons (Gran Logia Simbólica Española), Antoni Castillo (Gran Orient de Catalunya) y Ana Maria Lorente (Gran Logia Femenina de España) fueron los invitados a tan especial almuerzo, el cual se produjo en la biblioteca pública Arús, y a los que encargó la elaboración de un informe anual sobre la situación de Cataluña. El tufo masónico del PSOE es cada vez más público y notorio, es evidente que su política, sobre todo en lo tocante a la moral y a la cultura, parece sacada de una logia masónica.
Pero hete aquí que, como suele ser habitual, el partido de la no oposición también anda envuelto en las mismas telarañas, esta vez en la masónica. Según nos cuenta Religión en Libertad, la Diputación de Valencia, presidida por Alfonso Rus Terol, del Partido Popular, en colaboración con el Museo Valenciano de la Ilustración y la modernidad, ha financiado la exposición «Masonería e ilustración» que estará abierta hasta el 14 de febrero de 2010. Dicha exposición ha sido posible gracias a la cesión de fondos del Museo de la Franc-Masonería del Gran Oriente de Francia. La logia Blasco Ibáñez ha desplegado desde entonces una frenética actividad encaminada a dar a conocer las virtualidades de la sociedad secreta más famosa del mundo.
Al parecer es una exposición de gran calado, financiada con fondos públicos, en la que, entre los actos "culturales" se ofrecerá una "tenida blanca" (lógicamente, las auténticas son secretas) y una "cena blanca" que, según el folleto promocional " es una oportunidad para poder generar un ambiente distendido que permita conocer mejor que es la masonería, qué hace, y por qué es necesaria para la sociedad actual".
Teniendo esto en cuenta (y lo que no sabemos aún) ¿A alguién le extraña el ataque bestial, indiscriminado, cada vez más frontal del gobierno masónico o filomasónico actual a su gran enemiga la Iglesia Católica y la inacción, por no decir, el aplauso en ocasiones del partido de la no oposición a la misma? ¿A qué vienen si no cuestiones tan graves como la recusación al Papa que apoyó el PP, el mantenimiento de la EpC cuando lleguen al poder, asignatura clara y evidentemente masónica, o el levantamiento por parte del alcalde Gallardón de un obelisco en la ciudad de Madrid, tradicional símbolo masónico? El laicismo de estado, la secularización de la sociedad son cuestiones aceptadas por ambos partidos, cortados por el mismo patrón e influenciados (cuando no dirigidos) por la Masonería, secta secreta e implacable que llega con sus tentáculos allá donde quiere y a la que hay que desenmascarar y desterrar.
Pero hete aquí que, como suele ser habitual, el partido de la no oposición también anda envuelto en las mismas telarañas, esta vez en la masónica. Según nos cuenta Religión en Libertad, la Diputación de Valencia, presidida por Alfonso Rus Terol, del Partido Popular, en colaboración con el Museo Valenciano de la Ilustración y la modernidad, ha financiado la exposición «Masonería e ilustración» que estará abierta hasta el 14 de febrero de 2010. Dicha exposición ha sido posible gracias a la cesión de fondos del Museo de la Franc-Masonería del Gran Oriente de Francia. La logia Blasco Ibáñez ha desplegado desde entonces una frenética actividad encaminada a dar a conocer las virtualidades de la sociedad secreta más famosa del mundo.
Al parecer es una exposición de gran calado, financiada con fondos públicos, en la que, entre los actos "culturales" se ofrecerá una "tenida blanca" (lógicamente, las auténticas son secretas) y una "cena blanca" que, según el folleto promocional " es una oportunidad para poder generar un ambiente distendido que permita conocer mejor que es la masonería, qué hace, y por qué es necesaria para la sociedad actual".
Teniendo esto en cuenta (y lo que no sabemos aún) ¿A alguién le extraña el ataque bestial, indiscriminado, cada vez más frontal del gobierno masónico o filomasónico actual a su gran enemiga la Iglesia Católica y la inacción, por no decir, el aplauso en ocasiones del partido de la no oposición a la misma? ¿A qué vienen si no cuestiones tan graves como la recusación al Papa que apoyó el PP, el mantenimiento de la EpC cuando lleguen al poder, asignatura clara y evidentemente masónica, o el levantamiento por parte del alcalde Gallardón de un obelisco en la ciudad de Madrid, tradicional símbolo masónico? El laicismo de estado, la secularización de la sociedad son cuestiones aceptadas por ambos partidos, cortados por el mismo patrón e influenciados (cuando no dirigidos) por la Masonería, secta secreta e implacable que llega con sus tentáculos allá donde quiere y a la que hay que desenmascarar y desterrar.