Estamos asistiendo a la caza y captura de la Basílica del Valle de los Caídos, obra monumental de gran valor arquitectónico y artístico y sobre todo religioso, donde descansan los cuerpos mortales de caídos en ambos bandos de nuestra última guerra civil en un armónico canto a la reconciliación. Con el peregrino argumento de la "desmemoria histérica" se esconde en el fondo (y no tan en el fondo) un ataque descarado no a la libertad religiosa únicamente como algunos dicen, sino decididamente a la religión católica a la que odian de una manera africana. Y digo que no es a la libertad religiosa porque no se conocen episodios parecidos contra al Islam (al que paradójicamente apoyan estos giliprogres), al judaísmo o al protestantismo por poner tres ejemplos.
Cómo les molestará la gran Cruz que preside el Valle de los Caídos que hay quien pretende incluso volarla, en análoga situación a la que se ha intentado hacer con el Cristo de Monteagudo en Murcia. Y cómo demuestran que para ellos no hay reconciliación posible, que se sienten aún hoy día perdedores y pretenden ganar a toda costa una guerra que, gracias a Dios, perdieron.
Los episodios vividos estas últimas semanas con Misas en la mismísima calle porque Patrimonio Nacional (es decir, el maldito gobierno que Dios confunda) ha impedido a los fieles oir Misa dentro de la Basílica con el pretexto totalmente infundado de que no hay seguridad para los mismos es de, como se dijo en la última homilía, más propio de una dictadura comunista que de un régimen de libertades como nos quieren vender de este que actualmente impera en España.
Pero al fin y al cabo, ésto es siempre de esperar de la izquierda revanchista y rencorosa de toda la vida. Mas, ¿y la (supuesta) oposición? ¿Quieren saber a qué se dedica y de qué lado se encuentra? Pues pasen y lean
Cómo les molestará la gran Cruz que preside el Valle de los Caídos que hay quien pretende incluso volarla, en análoga situación a la que se ha intentado hacer con el Cristo de Monteagudo en Murcia. Y cómo demuestran que para ellos no hay reconciliación posible, que se sienten aún hoy día perdedores y pretenden ganar a toda costa una guerra que, gracias a Dios, perdieron.
Los episodios vividos estas últimas semanas con Misas en la mismísima calle porque Patrimonio Nacional (es decir, el maldito gobierno que Dios confunda) ha impedido a los fieles oir Misa dentro de la Basílica con el pretexto totalmente infundado de que no hay seguridad para los mismos es de, como se dijo en la última homilía, más propio de una dictadura comunista que de un régimen de libertades como nos quieren vender de este que actualmente impera en España.
Pero al fin y al cabo, ésto es siempre de esperar de la izquierda revanchista y rencorosa de toda la vida. Mas, ¿y la (supuesta) oposición? ¿Quieren saber a qué se dedica y de qué lado se encuentra? Pues pasen y lean
Con amigos como éstos, ¿Quién quiere enemigos?
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