Celebrado el aniversario de la monarquía actual y de la constitución que la informa es buen momento para, lejos de los parabienes oficiales, decir unas cuantas verdades políticamente incorrectas.
Cada vez que llega el aniversario de la coronación del señorito de la Zarzuela se dan en cascada una serie de piropos al monarca y a su reinado dignos de la más simple de las hagiografías: que si constituye una de las épocas más brillantes de la historia de España, que si no hay comparación en relación a libertad y prosperidad, etc. etc. Pero si nos atenemos a los fríos datos nos damos cuenta que, en lo bueno, la monarquía poco o nada ha tenido que ver pues, como escribe Pío Moa " la España que heredó Juan Carlos de Franco era un país con pleno empleo, con índices de crecimiento sensiblemente superiores a los del resto de Europa (sin necesidad de estar en la CEE), con una renta per cápita que llegaba al 80% de la media de la Europa más rica, y al que numerosos especialistas auguraban una próxima superación de la de Italia y Reino Unido. La esperanza de vida al nacer era ya una de las más elevadas del mundo, y así otros muchos indicadores.En otras palabras, la monarquía –decidida por Franco-- contaba con una herencia económica extraordinaria, sin precedentes. Por tanto, los logros posteriores no han salido de la nada, sino de esos logros previos, mucho más importantes y significativos porque partían de una situación caótica creada por el Frente Popular. Y esos avances de la monarquía sobre la base creada antes, han tenido considerables taras que conviene no olvidar, aunque pertenezcan al pasado: lejos de superar a Italia y Reino Unido, el nivel de convergencia económica con Europa se perdió durante muchos años y no se recuperó hasta finales del siglo, con índices de crecimiento siempre mucho más bajos que los de la etapa anterior. Ese crecimiento se hizo, además, con desempleo masivo --que no bajó del millón y medio incluso en tiempos de Aznar--, con un enorme endeudamiento público y privado que ahora nos atenaza, con verdaderas oleadas de corrupción. Y con una tremenda expansión del estado sobre la sociedad civil, manifiesta en el número de empleados públicos, que se ha multiplicado por seis (y probablemente tiene que ver también con el desempleo desproporcionado en medio del cual se ha desenvuelto nuestra economía). Esta expansión del estado constituye, además, una amenaza para las libertades".
Y sigue: "Lo único nuevo (son los) efectos que hemos venido padeciendo y padecemos, pues están relacionados con el terrorismo, una aguda crisis de la familia, desmoralización de la juventud, aborto masivo, aumento de la delincuencia (¡cinco veces más presos que en los años 60, y a pesar de leyes más laxas y de que multitud de delitos quedan sin castigar!), (...) (como) También es nueva la intensa satelización cultural de España a la cultura anglosajona, en un grado nunca antes visto". Así es, el nuevo sistema desde la coronación de Juan Carlos ha traído terrorismo, separatismo, aborto, paro, corrupción masiva, falsificación de la historia, desmoralización social, hiperpoder de los partidos políticos en contra de la sociedad civil, laicismo salvaje, ataques indiscriminados a la célula básica de la sociedad que es la familia, crisis de valores, etc. etc. Es decir, que de mejor época de España, nada de nada. Y en cuanto a las libertades, que se lo pregunten a los católicos, o a los padres que no tienen libertad para decidir la educación para sus hijos, o a los españoles que quieran estudiar en español en ciertos lugares de nuestra Patria....
Y esto nos lleva a la madre de todas estas desgracias, la constitución del ´78. Una constitución, como dice el propio Moa "(...) en gran parte irrisoria, que nunca se ha cumplido gran cosa, sistemáticamente conculcada por partidos y autonomías, donde se persigue, en varias regiones, el idioma común, vulnerando de paso derechos humanos elementales, donde los políticos vulneran a diario la ley con impunidad, sin verdadera independencia judicial, con la corrupción como una seña de identidad", absolutamente ambigua y que, como denuncia Ángel David Martín Rubio es la constitución del:
" Retroceso político, porque ha privilegiado como forma exclusiva de representación a los partidos políticos. Lejos de arbitrar cauces para que una sana opinión pública intervenga en los asuntos que son de su competencia sin renunciar por ello a la misión rectora del Estado, la práctica de los partidos ha generalizado el abstencionismo y el desinterés por la política.
Retroceso económico, porque con independencia de las recurrentes crisis que nos han esquilmado durante estos años, todavía no hemos recuperado los índices que nos situaban a comienzo de la década de los setenta entre las naciones más desarrolladas.
Retroceso social, porque han desaparecido las clases medias, el más firme puntal de una sociedad moderna, al ser imposible o tener un costo inaccesible para la mayoría el ahorro, el acceso a la vivienda, la gestión de las pequeñas empresas, la estabilidad en el puesto de trabajo, la formación de una familia en los primeros años de la juventud…
Retroceso moral porque la Constitución de 1978 (una ley sin Dios) convierte al Estado en el principal agente de una ofensiva para el cambio de las mentalidades y además permite una tupida red de intereses y corrupción que genera un amplio entorno orientado en la misma dirección. En la España de la Constitución es posible la blasfemia subvencionada por el Estado.
Retroceso nacional porque carecemos de prestigio en el ámbito mundial y las Autonomías ha destruido cualquier referencia a un marco estatal común a todos los españoles".
Antes este panorama que demuestra la falaz versión oficial y la filfa que supone verdaderamente el actual sistema del ´78, ¿Se puede sostener sin caer en la vergüenza que vivimos la mejor época de la historia de España? ¿No vemos con claridad de día que es necesario un cambio, una vuelta como si de un calcetín fuera a este sistema que nos ofende y nos ahoga?
Cada vez que llega el aniversario de la coronación del señorito de la Zarzuela se dan en cascada una serie de piropos al monarca y a su reinado dignos de la más simple de las hagiografías: que si constituye una de las épocas más brillantes de la historia de España, que si no hay comparación en relación a libertad y prosperidad, etc. etc. Pero si nos atenemos a los fríos datos nos damos cuenta que, en lo bueno, la monarquía poco o nada ha tenido que ver pues, como escribe Pío Moa " la España que heredó Juan Carlos de Franco era un país con pleno empleo, con índices de crecimiento sensiblemente superiores a los del resto de Europa (sin necesidad de estar en la CEE), con una renta per cápita que llegaba al 80% de la media de la Europa más rica, y al que numerosos especialistas auguraban una próxima superación de la de Italia y Reino Unido. La esperanza de vida al nacer era ya una de las más elevadas del mundo, y así otros muchos indicadores.En otras palabras, la monarquía –decidida por Franco-- contaba con una herencia económica extraordinaria, sin precedentes. Por tanto, los logros posteriores no han salido de la nada, sino de esos logros previos, mucho más importantes y significativos porque partían de una situación caótica creada por el Frente Popular. Y esos avances de la monarquía sobre la base creada antes, han tenido considerables taras que conviene no olvidar, aunque pertenezcan al pasado: lejos de superar a Italia y Reino Unido, el nivel de convergencia económica con Europa se perdió durante muchos años y no se recuperó hasta finales del siglo, con índices de crecimiento siempre mucho más bajos que los de la etapa anterior. Ese crecimiento se hizo, además, con desempleo masivo --que no bajó del millón y medio incluso en tiempos de Aznar--, con un enorme endeudamiento público y privado que ahora nos atenaza, con verdaderas oleadas de corrupción. Y con una tremenda expansión del estado sobre la sociedad civil, manifiesta en el número de empleados públicos, que se ha multiplicado por seis (y probablemente tiene que ver también con el desempleo desproporcionado en medio del cual se ha desenvuelto nuestra economía). Esta expansión del estado constituye, además, una amenaza para las libertades".
Y sigue: "Lo único nuevo (son los) efectos que hemos venido padeciendo y padecemos, pues están relacionados con el terrorismo, una aguda crisis de la familia, desmoralización de la juventud, aborto masivo, aumento de la delincuencia (¡cinco veces más presos que en los años 60, y a pesar de leyes más laxas y de que multitud de delitos quedan sin castigar!), (...) (como) También es nueva la intensa satelización cultural de España a la cultura anglosajona, en un grado nunca antes visto". Así es, el nuevo sistema desde la coronación de Juan Carlos ha traído terrorismo, separatismo, aborto, paro, corrupción masiva, falsificación de la historia, desmoralización social, hiperpoder de los partidos políticos en contra de la sociedad civil, laicismo salvaje, ataques indiscriminados a la célula básica de la sociedad que es la familia, crisis de valores, etc. etc. Es decir, que de mejor época de España, nada de nada. Y en cuanto a las libertades, que se lo pregunten a los católicos, o a los padres que no tienen libertad para decidir la educación para sus hijos, o a los españoles que quieran estudiar en español en ciertos lugares de nuestra Patria....
Y esto nos lleva a la madre de todas estas desgracias, la constitución del ´78. Una constitución, como dice el propio Moa "(...) en gran parte irrisoria, que nunca se ha cumplido gran cosa, sistemáticamente conculcada por partidos y autonomías, donde se persigue, en varias regiones, el idioma común, vulnerando de paso derechos humanos elementales, donde los políticos vulneran a diario la ley con impunidad, sin verdadera independencia judicial, con la corrupción como una seña de identidad", absolutamente ambigua y que, como denuncia Ángel David Martín Rubio es la constitución del:
" Retroceso político, porque ha privilegiado como forma exclusiva de representación a los partidos políticos. Lejos de arbitrar cauces para que una sana opinión pública intervenga en los asuntos que son de su competencia sin renunciar por ello a la misión rectora del Estado, la práctica de los partidos ha generalizado el abstencionismo y el desinterés por la política.
Retroceso económico, porque con independencia de las recurrentes crisis que nos han esquilmado durante estos años, todavía no hemos recuperado los índices que nos situaban a comienzo de la década de los setenta entre las naciones más desarrolladas.
Retroceso social, porque han desaparecido las clases medias, el más firme puntal de una sociedad moderna, al ser imposible o tener un costo inaccesible para la mayoría el ahorro, el acceso a la vivienda, la gestión de las pequeñas empresas, la estabilidad en el puesto de trabajo, la formación de una familia en los primeros años de la juventud…
Retroceso moral porque la Constitución de 1978 (una ley sin Dios) convierte al Estado en el principal agente de una ofensiva para el cambio de las mentalidades y además permite una tupida red de intereses y corrupción que genera un amplio entorno orientado en la misma dirección. En la España de la Constitución es posible la blasfemia subvencionada por el Estado.
Retroceso nacional porque carecemos de prestigio en el ámbito mundial y las Autonomías ha destruido cualquier referencia a un marco estatal común a todos los españoles".
Antes este panorama que demuestra la falaz versión oficial y la filfa que supone verdaderamente el actual sistema del ´78, ¿Se puede sostener sin caer en la vergüenza que vivimos la mejor época de la historia de España? ¿No vemos con claridad de día que es necesario un cambio, una vuelta como si de un calcetín fuera a este sistema que nos ofende y nos ahoga?
Y todo esto lo criticas porque eres un grandisimo hijodeputa admirador de dictadores enanos con bigote o porque realmente deseas que España sea mejor?
ResponderEliminarTenía pensado quitar tu comentario insultante pero lo voy a dejar como testomonio vivo de lo que es un izquierdista pata negra. Un tipo (como tantos) que vive del insulto permanente refugiado en un pseudónimo. Por eso te salvas, de tenerte cara a cara a estas alturas estarías en un hospital por haber osado poner en tu repugnante boca el nombre sagrado de mi madre.
ResponderEliminarPero no será así siempre, el próximo insulto o falta de respeto a mí o a cualquier forista será borrado de inmediato y sin contemplaciones. Y da gracias de que no busque tu IP y te lo diga cara a cara, asqueroso reptil.
Oye, cuando quieras nos vemos las caras, ademas no te he insultado, era parte de una pregunta, o una cosa u otra, el OR de toda la vida, pero si tu mismo te has decantado por la primera condición del OR, pues por algo será. Y manifestanto tu violencia contra mi se rebela el facha fascista que habita en tí. Como no, yo por lo menos utilizo la palabra aunque sea insultante, pero es que los que son de tu calaña siempre utilizan la violencia.
ResponderEliminarDominó: ¿Qué no ha insultado al blogger?. ¿Está Vd.en sus cabales?
ResponderEliminar¡Qué bonito y fácil es insultar e intentar desprestigiar a una persona a través del total anonimato, escondiéndose como los cobardes detrás de un pseudónimo!
Lo ha insultado muy gravemente, directamente, en su casa, y con todas las de la ley.
Ha tenido suerte que no le haya borrado su comentario. Yo ya lo hubiera hecho desde las 21,18 del 8 de diciembre.
Y para tí Hespérides: Olvídate de personajes de esta ralea que encima de no aportar nada de nada, desprestigian el blog.
Un fuerte abrazo.
Domino, no voy a caer en decirte HIJO DE PUTA, MALNACIDO, no yo no soy asi.
ResponderEliminarUn amigo.
Bueno, jajajajaja, gracias por los epítetos, pero es que yo soy de otras cosas.
ResponderEliminarGracias por brindarme tu amistad Anónimo, gracias.
ResponderEliminarCuando hablas de retroceso moral porque es una Constitución sin dios, ¿no te parece que puede ser que la mayoría de los españoles ya no crea en dios ni quiera que esté se mezcle con los asuntos del Estado?
ResponderEliminarTe lo digo porque una de las bases de una sociedad avanzada y justa, es un estado aconfesional donde la Ley no se mezcle en nada con las preferencias religiosas de cada uno.
A parte, sólo por encima, porque comentarlo todo sería larguísimo. Cuando comentas que algunos expertos preveían que España superaría el Reino Unido y a Italia, ¿quiénes son esos expertos? ¿dónde está eso escrito? ¿En qué magnitudes les superaríamos?
Vamos que España no tiene ni ha tenido nunca un tejido industrial como para hacerle frente (ni siquiera un poco) al Reino Unido, desde la revolución industrial.
Javiere, no te preocupes, no lo van a demostrar ni lo demostraran todas las cosas que dicen, tan solo tienen boca para criticar de mala manera aquello que no comprenden, en vez de ayudar,a lo que se dedican es a sentarse y ha decir que mal que está España, yo afortunadamente todos los dias intento que España sea mejor, estos quieren que España sea Iran de Europa, un gran pais que sin embargo cuando se le impone una religión se convierte en un pais retrasado.
ResponderEliminarJaviere:
ResponderEliminar¿No piensas que existe desde hace ya varios años (no de ahora) una crisis, yo diría un vacío, moral incuestionable? ¿No crees que si la mayoría de españoles se sienten y consideran católicos (y no hay sino que mirar las últimas encuestas) ello debería estar reflejado de alguna manera en la llamada Carta Magna? No te digo ya lo de la confesionalidad (con la que yo sí estoy de acuerdo) pero es que en países nada confesionales como EEUU se nombra a Dios y no pasa absolutamente nada.
Por otra parte, te habrás dado cuenta de que el post es una cita de dos grandes historiadores como Pío Moa y Ángel David Martín Rubio. Son ellos y no yo (en este caso Moa) quien asevera que España si hubiera seguido en ascensión habría podido superar a Italia o Reino Unido, es decir, no es una opinión mía si no de historiadores expertos y merecedores de todo crédito. Y, efecctivamente, el tejido industrial se lo cargó el sistema actual, sobre todo F. González.
En realidad no hay vacío, existe una moral, pero es distinta a la de antes. Antes era una moral fundamentalmente religiosa, destinada a controlar a las gentes y justificar a los privilegiados, ahora es una moral consumista, destinada a controlar a las gente y a justificar a los privilegiados.
ResponderEliminar¿La diferencia? Que la de antes era impuesta por la fuerza y la de ahora se escoge "voluntariamente", por lo que es más eficaz.
¿La similitud? Ninguna de las dos tiene ética realmente. Hace 3 siglos el Papa tenía hijos desperdigados y comía como el mismísimo Rey de Roma mientras predicaba lo contrario y hoy en día se explota a los trabajadores en condiciones miserables mientras el sistema nos vende lo contrario.
A parte creo que la mayoría de los españoles somos cristianos pero no nos sentimos así, yo he sido bautizado y educado en la religión católica pero no me siento así de ninguna manera, "pertenezco" a esa institución por tradición, porque mis padres consideraron moralmente adecuado bautizarme pero no bautizaré a mis hijos porque me parece una farsa elegirles sus creencias morales cuando ni siquiera saben hablar.
Sobre la referencia a EEUU que haces te diré que eso es así ahora, porque sigue saliendo rentable introducir un componente religioso en el sistema para controlar a los individuos pero en su creación la constitución americana se pronunciaba contra la elección de una religión predominante sobre las demás y a favor de la libertad de culto(1).
Sobre los historiadores que nombras, no conozco a Ángel David Martín pero sí a Pio Moa, y aunque lo considero un gran historiador, vierte sus opiniones y pareceres sobre los hechos, no se limita a describir y a narrar, opina. Eso sumado a que la economía no es su fuerte y que he estudiado economía a lo largo de mi vida,me llevan a pensar que su estimación sobre que España superara al Reino Unido es totalmente errónea y pretenciosa. El sistema industrial que existió, que tampoco fue tan grande, no lo destruyó Felipe González, se destruyó solo al salir a competir al mercado, era poco competitivo y en el mundo capitalista que vivimos desde Adam Smith, lo que no es competitivo, desaparece.
Un saludo.
(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Primera_Enmienda_a_la_Constituci%C3%B3n_de_los_Estados_Unidos
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dos grandes historiadores como Pío Moa y Ángel David Martín Rubio.
ResponderEliminarDos historiadores totalmente imparciales donde los haya, si señor.
Y, efecctivamente, el tejido industrial se lo cargó el sistema actual, sobre todo F. González.
Recuerdo que fue Franco el precursor del creador del plan de modernización industrial despues de la autarquia, y solo se dio en tres sitios de España, Madrid, Cataluña y el Pais Vasco, sitios que aun hoy siguen siendo focos industriales.
Siento disentir Javiere, hoy día no existe moral, no es que haya cambiado una moral por otra (¿desde cuándo existe otro tipo de moral que no sea la religiosa?)si no que definitivamente no existe, tan sólo vemos un laicismo salvaje desde las instituciones (porque en la calle no lo hay de ninguna manera) y un relativismo que trata de cambiar el pensamiento y las mentalidades de la gente.
ResponderEliminarNo es cierto que antes la moral estuviera "destinada a controlar a las gentes y justificar a los privilegiados", sencillamente el hombre sin sentido de la trascendencia deja de ser hombre y por otro lado no hay justificación alguna a los priviliegiados porque precisamente ellos son los que menos moral tienen, únicamente la "moral" de sus propios intereses.
Y te vuelvo a repetir, según las encuestas más del 80% de los españoles se declara católico y una cantidad aún mayor reclama para sus hijos la religión católica como asignatura en las escuelas. No sólo no se hace caso a esa demanda si no que el gobierno contraataca con la EpC, asignatura aberrante donde las haya por relativista y antimoral.
Finalmente no conozco a ningún historiador que no tenga opinión sobre los hechos que narra, no sería un buen historiador si no lo hiciera. Historia sin opinión no es historia.