A menudo observamos cómo los políticos, los medios de comunicación y la gente en general que no tiene ni puñetera idea de lo que habla, se llenan la boca de la palabra democracia. Democracia, democracia, democracia. No se les cae de la boca. De tanto usarla van a terminar por gastarla.
Pero, ¿Existe real y verdaderamente democracia en España? ¿Es este en el que vivimos un sistema ciertamente democrático?
Cuando no existe división de poderes, cuando no existen mecanismos de control no ya del gobierno sino de la propia clase política, cuando no existe la prensa independiente, cuando no se utiliza la llamada democracia directa mediante referéndums, cuando todo se reduce a los partidos políticos (verdaderas oligarquías de intereses), cuando se silencia, se yugula y se destruye a las minorías no se puede hablar sin autoengañarnos de democracia.
Los políticos sólo se acuerdan de nosotros (del pueblo que tanto dicen defender) cada cuatro años para que les votemos y así mantenerse en la poltrona. Y, efectivamente, votamos. Pero, ¿Elegimos? ¿Es este un sistema representativo? Pues verán, desde el punto y hora en que existen las listas cerradas y bloqueadas, el españolito de a pie se encuentra con que tiene que votar OBLIGATORIAMENTE a una lista con una serie de señores (a la mayoría de los cuales ni siquiera conoce) que ya han elegido previamente por él en el partido en cuestión. Es decir, votamos pero no elegimos. Por tanto, ¿Hasta qué punto podemos sentirnos representados? ¿Los diputados salidos de las urnas nos representan, representan al partido por el que se presentan o se representan a sí mismos? Hay mucho de la penúltima y última opción. Nada de la primera.
Consecuentemente, no es verdad que vivamos en democracia como nos quieren vender desde la casta política (verdadera casta parasitaria) y desde los medios de comunicación. En ciencia política esto tiene un nombre: partitocracia. Parafraseando la máxima fascista, nada fuera de los partidos, todo dentro de los partidos. Y así podemos ver cómo no existe (porque ya se encargan de ello los partidos) la sociedad civil, verdadera representación de la nación. ¿Se imaginan un Congreso en el que estuvieran representados los sindicatos, los colegios profesionales, las universidades, etc. etc.? Actualmente impensable.
Tampoco se puede hablar de democracia y de derechos y libertades cuando se ASESINAN anualmente de forma legal más de 100.000 niños en el vientre de sus madres, cuando los asesinos terroristas, violadores y narcotraficantes les sale prácticamente gratis cometer sus crímenes nefandos o cuando una minoría separatista chantajea y soborna a toda una nación.
Este sistema tiene muchos errores, no es lo que dice ser y está cada vez más corrompido. Urge una regeneración. Rápida y profunda. Empezando por la constitución del ´78 verdadero germen de lo que está ocurriendo hoy día.
domingo, 8 de marzo de 2009
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