Al poco del enésimo homenaje que se dió al genocida de Paracuellos, del que dimos cuenta como se merece, nos enteramos de que el Ayuntamiento de Madrid ha retirado los honores concedidos al General Francisco Franco: alcalde honorario de la capital, hijo adoptivo y medallas de oro y honor. Y esto por unanimidad de los tres grupos políticos existentes en la Corporación, PP, PSOE e IU. Con mayoría absolutísima del PP, no lo olvidemos.
Que esta iniciativa partiera de la comunista IU nos parece algo natural, lógico, producto de su odio y su rencor. La razón de ser del comunismo español hoy día parece reducida a destruir a Franco, aún después de muerto, porque no tuvieron lo que hay que tener para hacerlo en vida. Y que la iniciativa fuera aceptada por el PSOE también tiene su lógica, por razones similares, a pesar de que en las filas socialistas hay apellidos sonoramente franquistas. Pero que el PP, con mayoría absolutísima, se sumara a la iniciativa con entusiasmo es incomprensible, inadmisible e indecente.
- Incomprensible, porque si algo caracteriza al PP es su origen franquista. No olvidemos que sus fundadores fueron todos ex-ministros de Franco: Fraga, Silva Muñoz, Fdez. de la Mora, Mtnez. Esteruelas, Licinio de la Fuente, etc. etc., desde el punto de vista de Alianza Popular. Desde el punto de vista de la UCD ocurrió igual, empezando por Suárez. Por lo tanto es un acto, producto del complejo y de la entrega de principios, de renegados. Y quien reniega de sus raíces y escupe en ellas es un traidor.
- Inadmisible, porque miles y miles de votantes del PP aún recuerdan a Franco y se sienten muy agradecidos por su obra. Es un auténtico atentado contra quienes consideran a Franco el salvador de España de las garras del comunismo y el hombre que elevó a España a la novena potencia industrial del mundo, en una época de paz y prosperidad jamás conocida hasta entonces.
- Indecente, y añadiría cobarde, porque lo hacen a los 34 años de la muerte de Franco. Lejos del olvido (ya no digo del perdón, eso en mentalidades izquierdistas no cabe) una vez más se busca resucitar los odios y las divisiones entre los españoles. Y el PP, cobardemente, se suma a ello.
Desde la malhadada ley de memoria "histérica" se están sucediendo situaciones parecidas a ésta en toda España. Siempre desde el punto de vista de un bando claro. Así, vemos como calles dedicadas a la Pasionara o estatuas dedicadas a Largo Caballero son mantenidas y ensalzadas. Pero si volvemos la vista más atrás históricamente hablando comprobamos que, paradógicamente, el Ayuntamiento de Madrid mantiene los honores a Godoy, el traidor que vendió España a los franceses o podemos observar como en toda España hay calles y plazas dedicadas a militares golpistas como Riego o Pavía. ¿Hay quién lo entienda? Pues yo no.
En estos oscuros tiempos de cobardías, entreguismos e histerismos memorísticos es de justicia recordar que Franco fue el estadista más importante que tuvo España en los últimos tiempos, que venció al comunismo destructor y antiteo, que impidió la entrada de España en la II Guerra Mundial, que aumentó la prosperidad de los españoles, que acabó con el analfabetismo , que dejó una España unida y que creó la gran clase media que permitió a España alcanzar éxitos inimaginables tiempo atrás. Un hombre, con sus aciertos y sus equivocaciones (que también las tuvo, como es lógico) que sirvió a España con amor y lealtad a su Patria y a sus compatriotas. Es de justicia decirlo y aquí se dice. Sin mieditos estúpidos ni complejos sonrojantes.
Quiero terminar este artículo con las líneas que ponen fin al escrito de hoy en el ABC del suegro de ese alcalde tan "gallardo", D. José Utrera Molina:
"Cuando pase el tiempo, estoy seguro de que muchos de los que han votado una moción semejante, sentirán el escalofrío que produce el recuerdo de haber obrado injustamente, la vergüenza y el bochorno que suscita un ataque sin piedad a quien ya yace sepultado, aunque no en el olvido de muchos españoles que hoy reciben una afrenta injustificada".
Que esta iniciativa partiera de la comunista IU nos parece algo natural, lógico, producto de su odio y su rencor. La razón de ser del comunismo español hoy día parece reducida a destruir a Franco, aún después de muerto, porque no tuvieron lo que hay que tener para hacerlo en vida. Y que la iniciativa fuera aceptada por el PSOE también tiene su lógica, por razones similares, a pesar de que en las filas socialistas hay apellidos sonoramente franquistas. Pero que el PP, con mayoría absolutísima, se sumara a la iniciativa con entusiasmo es incomprensible, inadmisible e indecente.
- Incomprensible, porque si algo caracteriza al PP es su origen franquista. No olvidemos que sus fundadores fueron todos ex-ministros de Franco: Fraga, Silva Muñoz, Fdez. de la Mora, Mtnez. Esteruelas, Licinio de la Fuente, etc. etc., desde el punto de vista de Alianza Popular. Desde el punto de vista de la UCD ocurrió igual, empezando por Suárez. Por lo tanto es un acto, producto del complejo y de la entrega de principios, de renegados. Y quien reniega de sus raíces y escupe en ellas es un traidor.
- Inadmisible, porque miles y miles de votantes del PP aún recuerdan a Franco y se sienten muy agradecidos por su obra. Es un auténtico atentado contra quienes consideran a Franco el salvador de España de las garras del comunismo y el hombre que elevó a España a la novena potencia industrial del mundo, en una época de paz y prosperidad jamás conocida hasta entonces.
- Indecente, y añadiría cobarde, porque lo hacen a los 34 años de la muerte de Franco. Lejos del olvido (ya no digo del perdón, eso en mentalidades izquierdistas no cabe) una vez más se busca resucitar los odios y las divisiones entre los españoles. Y el PP, cobardemente, se suma a ello.
Desde la malhadada ley de memoria "histérica" se están sucediendo situaciones parecidas a ésta en toda España. Siempre desde el punto de vista de un bando claro. Así, vemos como calles dedicadas a la Pasionara o estatuas dedicadas a Largo Caballero son mantenidas y ensalzadas. Pero si volvemos la vista más atrás históricamente hablando comprobamos que, paradógicamente, el Ayuntamiento de Madrid mantiene los honores a Godoy, el traidor que vendió España a los franceses o podemos observar como en toda España hay calles y plazas dedicadas a militares golpistas como Riego o Pavía. ¿Hay quién lo entienda? Pues yo no.
En estos oscuros tiempos de cobardías, entreguismos e histerismos memorísticos es de justicia recordar que Franco fue el estadista más importante que tuvo España en los últimos tiempos, que venció al comunismo destructor y antiteo, que impidió la entrada de España en la II Guerra Mundial, que aumentó la prosperidad de los españoles, que acabó con el analfabetismo , que dejó una España unida y que creó la gran clase media que permitió a España alcanzar éxitos inimaginables tiempo atrás. Un hombre, con sus aciertos y sus equivocaciones (que también las tuvo, como es lógico) que sirvió a España con amor y lealtad a su Patria y a sus compatriotas. Es de justicia decirlo y aquí se dice. Sin mieditos estúpidos ni complejos sonrojantes.
Quiero terminar este artículo con las líneas que ponen fin al escrito de hoy en el ABC del suegro de ese alcalde tan "gallardo", D. José Utrera Molina:
"Cuando pase el tiempo, estoy seguro de que muchos de los que han votado una moción semejante, sentirán el escalofrío que produce el recuerdo de haber obrado injustamente, la vergüenza y el bochorno que suscita un ataque sin piedad a quien ya yace sepultado, aunque no en el olvido de muchos españoles que hoy reciben una afrenta injustificada".
No hay comentarios:
Publicar un comentario