lunes, 4 de mayo de 2009

¿LIBERTAD?

Se nos dice y se nos repite con machacona insistencia que actualmente vivimos en un sistema de derechos y de libertades, en el que la libertad de expresión y la libertad de conciencias y cultos están plenamente garantizadas. Hoy quiero, para demostrar lo falaz de esa aseveración, traer a colación dos pruebas (entre otras muchas) de ambas "libertades".

- Alternativa Española (AES), partido católico y defensor de la unidad de España que tiene como lei motiv la defensa de la vida desde la fecundación hasta su muerte natural, de la familia hombre-mujer unida y abierta a la vida, de las raíces cristianas de España, de la libertad educativa, del bien común, de la justicia social acorde a la Doctrina Social de la Iglesia y de la unidad de la nación española ha obtenido de cara a las próxima elecciones europeas el apoyo de los conservadores británicos y de la Fundación Adenauer además de otros apoyos muy importantes en el interior, de otros partidos, asociaciones y personalidades del mundo de la universidad, de movimientos cívicos, etc. etc. ¿Se han enterado ustedes? Difícilmente porque resulta que está condenado al silencio mediático en España. He aquí la libertad de expresión de la que gozamos. En cualquier lugar del mundo el apoyo expreso del Partido Conservador británico (los Tory) habría significado un pelotazo y habría aparecido en todos los periódicos y medios en general como es natural. ¿Y aquí? Silencio. O mejor dicho, censura.

- Son casi diarias las noticias que nos llegan de los intentos de retirar los crucifijos de las escuelas, en un acto rotundamente antidemocrático y atentatorio contra la libertad de cultos. A veces me he preguntado con insistencia, ¿Qué les molestará tanto de este Muerto? La respuesta es clara: que vive. Hoy los católicos, se diga lo que se diga, no vivimos en un régimen de libertad. Antes al contrario vivimos en un régimen de persecución del que TODOS los partidos del sistema, repito, TODOS, participan. Y lo peor es que vivimos en la ley de la gravedad, es decir, aquella en la que todo es cada vez más grave.

Todo seguirá igual mientras los católicos españoles no reaccionemos como vaticinaba el nicaragüense Pablo Antonio Cuadra Cardenal (1912-2002), poeta católico y colaborador de la revista Acción Española en los años en que la Segunda República ordenó retirar los crucifijos de las escuelas:

¡Ay Virgencita que luces,
ojos de dulces miradas!
Que vieron llegar las Espadas,
que dieron paso a las Cruces.

Mira a tus Tierras Amadas!
Y si hoy nos arrancan las Cruces,
¡Brillen de nuevo las luces
del filo de las espadas!

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