martes, 18 de septiembre de 2012

MURIÓ EL MAYOR GENOCIDA DE LA HISTORIA DE ESPAÑA

Hoy es un gran día, hoy ha muerto finalmente el mayor asesino, el mayor genocida que ha conocido la historia moderna de España. Responsable directo de la muerte de miles de españoles y de las purgas (también con resultado de muerte) en su propio partido, su muerte era esperada y deseada por miles de víctimas de su odio sanguinario y cruel. No lo decimos por decir, existen pruebas concluyentes e indiscutibles que aseveran esta afirmación de asesino que aquí le asignamos. 

Hijo de un prohombre socialista (Wenceslao Carrillo, del que renegaría, como luego veremos) se alistó muy joven en las juventudes socialistas, haciéndose un nombre desde las páginas de El Socialista. Pronto se auparía a las máximas parcelas de poder, siendo uno de los grandes protagonistas de la revolución de octubre de 1934, manifestando entre otras cosas lo que sigue: "...Y si este gobierno, entregado a las derechas, no rectifica, serán estas Juventudes las que asalten el poder, implantando su Dictadura de clases(....) Niego que un gobierno de izquierdas sea la solución para el proletariado. Por consiguiente, no temáis que un gobierno de izquierdas sea el dique para la revolución, porque ésta saltará por encima de él pujante, impetuosa. (Ovación). (...) ¡Muera el gobierno! ¡Muera la burguesía! ¡Viva la Revolución! ¡Viva la Dictadura del Proletariado! (Fuerte ovación)" Publicado en El Socialista el 15-9-1934.

Tras la unificación de las Juventudes Socialistas con las Juventudes Comunistas, Carrillo se convierte en el secretario de la nueva organización, Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) en abril del 36, habiendo sido reclutado por el Partido Comunista secretamente meses antes. Tras el levantamiento cívico-militar del 18 de julio de 1936, Carrillo va ascendiendo puestos en el partido hasta llegar a ser nombrado miembro de la Junta de Defensa de Madrid como Consejero de Orden Público. Es en ese momento cuando se producen las matanzas de Paracuellos y Torrejón de Ardoz por orden directa de Carrillo en noviembre de ese año. Hay muchas pruebas que lo incriminan y que no dan lugar a dudas. La reciente desclasificación del archivo de la KGB lo deja bien a las claras. Yo sólo aludiré a dos de ellas:

* Manuel de Irujo, ministro de justicia en aquél momento y del PNV: El mismo día 6 de noviembre se decide la limpieza de esta quinta columna por las nuevas autoridades que controlaban el orden público. La trágica limpieza de noviembre fue desgraciadamente histórica; no caben paliativos a la verdad. En la noche del 6 de noviembre fueron minuciosamente revisadas las fichas de unos seiscientos presos de la cárcel Modelo y, comprobada su condición de fascistas, fueron ejecutados en el pueblecito de Paracuellos del Jarama. Dos noches después otros cuatrocientos. Total 1.020. En días sucesivos la limpieza siguió hasta el 4 de diciembre. Para mí la limpieza de noviembre es el borrón más grave de la defensa de Madrid, por ser dirigida por las autoridades encargadas del orden público. (J. de Galíndez Suárez, Los vascos en el Madrid sitiado)

* José Diaz, Jefe del PCE: Es difícil asegurar que en Madrid está aniquilada la 5º Columna pero lo que sí es cierto es que allí se le han dado los golpes más fuertes... Y esto -hay que proclamarlo, muy alto- se debe a la Preocupación del Partido y al trabajo abnegado, constante, de dos camaradas nuevos (...) el camarada Carrillo cuando fue consejero de Orden Público y el camarada Cazorla que lo es ahora (grandes aplausos).

El propio Carrillo, al contestar dijo: "No es un crimen, no es una maniobra, sino un deber exigir la tal depuración". Últimamente, hasta el historiador socialistas por antonomasia Paul Preston ha tenido que reconocer la implicación evidente en las matanzas de tan  funesto personaje. 

Es interesante, para conocer la forma de ser del personaje, cómo trata su relación con el padre, al que repudia en carta abierta. Dice que, al enterarse de que su padre participaba en el golpe del General Casado para poner fin a la Guerra, sintió "el golpe de su vida" y lo consideró "un traidor". La carta es realmente bestial. Sólo transcribiré un párrafo para poner de manifiesto su bestialidad:

(...) Cuando pides ponerte en comunicación conmigo olvidas que yo soy un comunista y tú un hombre que ha traicionado a su clase, que ha vendido a su pueblo. Entre un comunista y un traidor no puede haber relaciones de ningún género. Tú has quedado ya del otro lado de las trincheras.

No, Wenceslao Carrillo, entre tu y yo no puede haber relaciones, porque ya no tenemos nada de común, y yo me esforzaré toda mi vida, con la fidelidad a mi partido, a mi clase, a la causa del socialismo, en demostrar que entre tú y yo, a pesar de llevar el mismo apellido, no hay nada de común.

Tras ver perdida la guerra (sin pisar un frente, de ahí que su compañero de partido, el general Líster siempre le tildara de cobarde) se fue al exilio, consiguiendo acceder a la secretaría  general del PCE en su VI Congreso. Antes de ello fue el responsable de querer mantener la guerra en España a través de los maquis, que tantas muertes costó. A partir de ahí, como scr. gen. se dedicó a purgar el partido de traidores, socialfascistas, revisionistas, etc. etc., es decir, a todo aquél que le hiciera sombra. Esto lo cuenta muy bien Jorge Semprún en su obra "Radiografía de Federico Sánchez". A este respecto es muy clarificador el documento que publicó el semanario Crónica del periódico El Mundo. Es un poco largo pero merece la pena. Les dejo con el documento:

 "EL DEMOLEDOR INFORME DE UN CAMARADA. OTRA PURGA DE CARRILLO SIN MEMORIA. EL LIDER comunista propició la detención y muerte de varios militantes en la España franquista para controlar la organización desde el exterior. Este es el informe elaborado por otro camarada español que sale a la luz 53 años después ANTONIO RUBIO
En el año 1983 Enrique Líster, que fue coronel del Ejército republicano y miembro del Comité Central y del Ejecutivo del Partido Comunista de España hasta 1970, denunció en su libro Así destruyó Carrillo el PCE, que existía un documento de más de 100 folios elaborado en 1955 por el dirigente comunista Francisco Abad. En él se revelaba y documentaba la purga que había llevado a cabo Santiago Carrillo dentro del PCE, señalando a algunos de sus camaradas a la Policía franquista y eliminando físicamente a otros. Cincuenta y tres años después, Crónica ha localizado ese informe-documento y a la persona que celosamente lo guardaba. Se llama Catalina Abad Tendero y es la hija de Francisco Abad, el hombre que, con su denuncia, hasta ahora oculta, pone a Santiago Carrillo frente a la Historia.
Catalina Abad Tendero tiene 68 años y entre sus amigos es conocida como Katya. Nació en Moscú y allí se crío, se formó y se educó como una auténtica militante comunista en los principios del marxismo y el estalinismo. Su padre, Francisco Abad, antiguo dirigente del Partido Comunista de España, denunció ante sus homólogos del PCUS soviético y del PCE que Santiago Carrillo había propiciado la detención y muerte de varios militantes del partido en España. Que había informado a la Policía franquista sobre cuándo y cómo pasaban la frontera con Francia los comandos que iban a atentar contra la dictadura y, además, cómo «montó un equipo de castigo [ ] para depurar [ ] ajusticiar, asesinar [ ] a los componentes del movimiento guerrillero».
Han sido más de dos largos años de trabajo los empleados por este periodista para convencer a Katya Abad de que ese informe de su padre contra Carrillo tenía que ver la luz, hacerse público, y de que ella tenía que contar su verdad. Finalmente, la ex militante comunista ha accedido, entre otras cosas, porque «ahora todo el mundo quiere recuperar la memoria histórica. Pues ahí está la memoria de mi padre. Ahí está su informe. Así se sabrá, de una vez por todas, quién es y qué hizo Santiago Carrillo».
Katya Abad, que vive en España desde 1974 y fue secretaria de la Asociación de Amistad España-URSS, comienza a recordar los momentos vividos por su padre cuando se atrevió a levantar la voz contra el que ya se perfilaba como el máximo dirigente del PCE. «Mi padre preparó un extenso informe sobre las actuaciones y comportamiento de Carrillo en el exilio. Después de aquello, fue el propio Santiago, con la ayuda de Dolores Ibárruri, La Pasionaria, quien se encargó de que lo ingresaran, durante un año y medio, en un psiquiátrico de la antigua URSS -el Korsakova, de Moscú- para acallar sus denuncias. Al final el PCUS comprobó que todo lo que decía mi padre era verdad y lo liberaron. Pero ya nunca más volvió a ser la misma persona, mientras que Carrillo se había convertido en el número uno del PCE».
El informe completo de Abad tiene 100 folios, escritos a máquina, y en él se van detallando, pormenorizando y documentando cada una de las denuncias que se establecen contra Santiago Carrillo.Poco antes de morir en 1979, Francisco Abad entregó un resumen de ese informe a su hija. El original está en los archivos del PCUS en Moscú. Ese documento-resumen es el que hoy revela Crónica.Consta de 21 folios y está encabezado por el siguiente titular: Antecedentes personales y políticos de la carrera de Carrillo hacia la dirección del Partido Comunista de España. A continuación, el propio Francisco Abad lo explica en tres líneas de texto, a modo de introducción: «Estos datos fueron expuestos y desarrollados en el informe presentado a comienzos del año 1955 [el último cinco aparece corregido a mano] en Moscú, informe que fue objeto de discusión en la máxima dirección del PCE, donde se acordaron tomar medidas de aislamiento contra su autor [se refiere a su posterior ingreso en un psiquiátrico]».
Abad hace un exhaustivo análisis de la vida y milagros de Carrillo desde 1932-1933 -cuando todavía era secretario general de las Juventudes Socialistas- hasta 1954, fecha en la que ya se había convertido en el número uno del PCE. Al final del documento el padre de Katya sentencia, localiza y firma: «Todo lo que aquí se expone se hizo en el año 1954 en un amplio informe, de cerca de 100 páginas, dirigido al Comité Central del PCE. Esto me costó muy caro. Era la primera vez que Carrillo se veía acusado. El esto no me lo perdonará jamás. Gijón, Asturias, 25 de enero de 1979. Francisco Abad Soriano». Poco después, tras volver del exilio moscovita a España, Francisco Abad murió en Gijón.
EL IDEOLOGO DE LA PURGA
Las acusaciones más fuertes y directas de Abad contra Carrillo aparecen en el folio número 11 del documento. Ahí se recuerdan los pasos dados por Carrillo en el V Congreso del PCE (Praga, 1954). Asegura que «la dirección del PCE en el interior debe correr a cargo de los camaradas que salen de las cárceles». Y continúa el análisis: «El sabía perfectamente que en las cárceles se había creado ya el núcleo de sus incondicionales».
Abad comienza a documentar y señalar a Carrillo como el auténtico ideólogo de la purga de importantes miembros del PCE: «Para depurar a los componentes del movimiento guerrillero que más tarde o más temprano tendrían que abandonar el monte para incorporarse a la lucha en las fábricas o regresar a Francia, Santiago [se refiere a Carrillo] montó un equipo de castigo compuesto por Antonio (José Gros), Sebastián (Félix Pérez) y Partebocas (Ricardo Navacerrada), ambos llegados de la Unión Soviética».
Verdugos, asesinatos, eliminación... Son algunas de las palabras o aseveraciones que utiliza Francisco Abad en su informe cuando comienza a describir los pasos dados por el equipo de castigo montado por el dirigente comunista. «Entre las hazañas de este grupo de verdugos enviados por Carrillo cabe destacar lo que hicieron con el que fue durante muchos años jefe del Estado Mayor de las guerrillas de Levante, conocido como Pepito o El Gafas [ ]. Llegaron en uno de sus viajes a las guerrillas de Levante los nombres que acabamos de citar, es decir, Antonio, Sebastián y Partebocas, y le dijeron: "Eres el hombre de la suerte. Venimos a por ti. La dirección del Partido te ha designado para que asistas a la reunión del Consejo Mundial de la Paz que se celebrará en Varsovia. Prepara tus cosas, lo indispensable. Cuando lleguemos a París, se te facilitará todo lo necesario "».
Después, Abad narra como Pepito era un experto tirador y que en una ocasión «sacó su pistola dejando tendidos a dos guardias civiles». Dice, además, que ese hecho era perfectamente conocido por «los verdugos enviados por Carrillo», por lo que tuvieron precauciones. «Por eso», continúa Francisco Abad, «cuando llegaron al lugar previsto para su ejecución, se tomaron un largo descanso.Las cosas se hicieron con tal naturalidad y cinismo que Pepito o El Gafas nunca sospechó de lo que se trataba. Dejaron sus armas.Como además los tres que formaban la expedición de castigo (sic) les acompañaba otro guerrillero más, procuraron que dos fueran en busca de agua ».
Y llegado a este momento Abad describe cómo y de qué forma fueron eliminados sus camaradas: «Cuando regresaron con el agua, Pepito ya había llegado a Varsovia, es decir, había sido ajusticiado, asesinado. Sin más explicaciones, sin ninguna acusación. Pero lo más grave consistió en que este asesinato fue ocultado al resto de los guerrilleros, que cuando preguntaban por el jefe se les contestaba siempre que se había quedado en Varsovia».
LO SABIA TAMBIEN LISTER
Esa parte del informe de Abad termina con una serie de aclaraciones o puntualizaciones sobre quiénes eran los presuntos asesinos de Pepito: Antonio y Sebastián, es decir, José Gros y Félix Pérez son miembros del CC [se refiere al Comité Central] del PCE. Gros es el guardaespalda de Santiago. Ha sido el escolta de Dolores [está hablando de La Pasionaria, Dolores Ibárruri]. Siempre está en el CC. Félix Pérez es uno de los defensores de la política de Carrillo en Andalucía».
En 1983, Enrique Líster, que fue miembro del Comité Central y del Comité Ejecutivo del PCE hasta 1970, escribió un libro con el título Así destruyó Carrillo el PCE, donde en su capítulo IV (Persecuciones, represión, terror, crímenes en el partido), y en sus páginas 58 y 59 ya hace referencia a la figura de Francisco Abad y recoge la existencia de un informe elaborado «por ese importante miembro del partido y responsable de comunicaciones por radio desde Francia con el país».
Líster cuenta qué ocurrió con Abad cuando éste planteó en una reunión de la dirección del PCE en Francia que era muy extraño lo de las detenciones que se estaban produciendo en España de camaradas llegados de territorio galo. Es más, «expresó sus temores de que la Policía franquista puede tener agentes suyos en el aparato mismo».
El que fuera coronel del Ejército republicano e instructor de los guerrilleros que atentaban en España durante los primeros años del franquismo, sentencia en su libro: «Con esas dudas Abad acababa de condenarse a muerte [ ] desengañado Carrillo de la importancia de liquidarlo, lo deja marcharse para la Unión Soviética».
Y Líster cuenta los siguientes pasos dados por Abad cuando sale huyendo de Francia: «Al llegar a Moscú, Abad hace un informe de 120 páginas para la dirección del PCE en el que hay un relato de la actividad del aparato de Carrillo hacia el país y acusaciones muy graves sobre el funcionamiento de ese aparato y la actividad y conducta del propio Carrillo y de sus más cercanos colaboradores».El ex general plantea o señala que «según toda una serie de datos y elementos expuestos por Abad y de las conclusiones a las que él llega, la Policía franquista está incrustada en el aparato de Carrillo».
Abad, en su informe, relata varios casos en los que de manera sospechosa fueron detenidos varios dirigentes comunistas en España por la Policía franquista. El más llamativo se refiere al que fuera secretario general del PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña), Joan Comorera, que a principio de los años 50 estaba enfrentado con Carrillo e Ibárruri. «Comorera, arriesgando su seguridad personal y su propia vida se traslada a España con el propósito de salvar al PSUC de la escisión Entonces se pone en marcha la intriga más perfilada. Desde Radio España Independiente se denuncia la presencia de Comorera en España».
Abad reflexiona sobre aquel hecho y llega a la siguiente conclusión: «Es decir, se alerta a la Policía española de que el dirigente comunista de Cataluña ha pasado la frontera franco-española [...] para que lo capturasen, como así sucedió en realidad».
Líster recuerda en su libro que «Abad entrega ese informe en Moscú a Dolores Ibárruri y Fernando Claudín, y éstos, en vez de plantear la necesidad de una investigación, se dedican a aterrorizar a Abad para que retire su informe». Y Líster concluye y sentencia sobre este caso: «Debe ser uno de los documentos que deberá tener en cuenta la comisión que se encargue de investigar en su día ese periodo de la vida del Partido Comunista de España».
«El KGB le aconsejó denunciarme, Abad era un trastornado»
Santiago Carrillo, ex secretario general de las Juventudes Socialistas, ex número uno del Partido Comunista de España y actualmente militante del PSOE, ha escrito muchos libros y memorias en los últimos años, pero en ninguno de ellos aparece el nombre de Francisco Abad y mucho menos se hace referencia al informe que elaboró este dirigente comunista en 1955. Sin embargo, Carrillo conoció perfectamente a Abad.
Cuando Crónica se puso en contacto con él para saber su opinión sobre el informe que elaboró Abad contra su persona rápidamente situó al personaje y comenzó a descalificarlo: «Francisco Abad era un hombre trastornado. Alguien del KGB (los antiguos servicios secretos soviéticos) le aconsejó hacer una denuncia contra mí por mis diferencias con el PCUS».
La conversación, telefónica, comienza a tensarse. Carrillo está nervioso, incómodo. Parece como si le hubieran nombrado al diablo: «Todo aquello eran acusaciones falsas para liquidarme políticamente».Carrillo insiste en el montaje de los servicios secretos: «Abad tenía relaciones con los servicios secretos». Después, con rabia, reconoce la existencia del informe de Abad: «Me lo enseñó Dolores Ibárruri en Moscú, me dijo cómo se había hecho y que querían mi eliminación política». Más nervios y tensión: «Sacar a estas alturas una historia de ese tipo no tiene ningún sentido. Es una campaña personal contra mí No tienen bastante con ese pueblo (no se acuerda del nombre del pueblo y una voz le apunta: «Paracuellos»), Paracuellos. Esta historia no tiene ni pies ni cabeza».
Carrillo, poco a poco, se va alterando y comienza a hacer algunas descalificaciones: «Es normal que EL MUNDO, ahora, ande detrás de esas historias». Y también asevera: «Seguro que habrán pagado a la hija de Abad por hacer declaraciones, como hacen en la televisión cuando sacan a esa gente». El ex dirigente comunista quiere terminar la conversación y se niega a tener un encuentro directo y a ver el documento de Abad".

Antes de morir Franco, Carrillo concede una larga entrevista a la periodista italiana Oriana Falacci, donde dice entre otras cosas lo que sigue: 
 "(...) yo no condeno la violencia, no estoy contra la violencia en cualquier caso. La acepto cuando es necesaria. Y si la revolución necesitara en España de la violencia, como ya la han necesitado en otros países, estaré listo para ejercerla (...) A Franco me gustaría que le condenaran a muerte (...) no estoy dispuesto a dejar con vida a Franco. Figuro entre los españoles que piensan que ver morir a Franco en su lecho sería una injusticia histórica"

Pues bien, después de todo esto, y tras una interesada pose durante la transición para conseguir que le legalizaran  se convirtió en "Don Santiago" y todos, izquierda y derecha, lo trataron como el mayor demócrata de todos los posibles y así fue de homenaje en homenaje, como aquél en el que, como regalo de cumpleaños, quitaron la estatua ecuestre de Franco en Madrid. Y las víctimas de este asesino repugnante sufriendo y aguantando. Por fin respirarán tranquilos.Como católicos estoy seguro de que esperan el perdón de Dios nuestro Señor. Como hombres estoy convencido de que no podrán.

Hasta nunca, genocida de Paracuellos.

lunes, 10 de septiembre de 2012

CATALUÑA SIEMPRE ESPAÑOLA

Un año más, el separatismo catalán utiliza el 11 de septiembre para falsear la historia y convertirlo en el "día nacional de Cataluña". Este separatismo, hijo de la mentira histórica (como lo es el vasco, dicho sea de paso), quiere convertir una guerra de sucesión dinástica acaecida en 1714 en guerra de independencia catalana. Y asi lo explica, por ejemplo, Convergencia Democrática de Cataluña en su página web: "El centralismo y el espíritu colonizador de Castilla hacia Cataluña se fueron intensificando hasta que, en 1714, durante la Guerra de Sucesión, Castilla y Francia aliadas, vencieron a Cataluña, Inglaterra y Austria".

Nada que ver con la realidad histórica. Todos conocemos lo que fue la Guerra de Sucesión. Al no tener sucesor Carlos II El Hechizado, se produce una guerra para ver quien ocupa el trono entre Felipe de Anjou y el Archiduque Carlos de Habsburgo. Y España se divide entre los partidarios del Borbón y los partidarios del Austria en una auténtica guerra civil en la que ambos pretendientes tienen partidarios en todas las regiones de España, siendo mayoritarios los borbónicos en los territorios castellanos y los austracistas en los aragoneses, aunque existieron comarcas aragonesas y catalanas que fueron fieles a Felipe de Anjou y ciudades castellanas que incluso proclamaron rey al Archiduque Carlos como Toledo o Madrid. La guerra la acabaría ganando, como todos sabemos Felipe V, siendo la última resistencia austracista la ciudad de Barcelona.

Ésta sería asediada por las tropas de Felipe V en las que participarían también tropas catalanas, a pesar de que el separatismo catalán lo niegue o lo silencie, entrando en la capital el 11 de septiembre de 1714. ¿Luchaban los catalanes que sufrieron el asedio por la "independencia de Cataluña"? De ninguna manera, luchaban por quien creían que debía ser su rey, es decir, por Carlos de Habsburgo, tal y como lo demuestra el comunicado que emitieron Antonio de Villarroel y Rafael Casanova, éste último consejero en jefe ( conseller en cap) y al que hoy homenajea el separatismo y sus compañeros de viaje (PP incluído) como si fuera el héroe de la independencia catalana: "se confia de tots, com vertaders fills de la Pàtria, amants de la llibertat, acudiran als llocs senyalats, a fi de derramar gloriosament sa sang i sa vida, per son Rei, per son honor, per la Pàtria i per la llibertat de tota Espanya", ("Se confía en que todos, como verdaderos hijos de la patria, amantes de la libertad, acudirán a los lugares señalados con el fin de derramar gloriosamente su sangre y su vida por el rey, por su honor, por la patria y por la libertad de toda España").

Casanova acabaría herido en el asalto defendiendo, como queda meridianamente claro, a su rey (Carlos de Habsburgo) y a su patria, que no era ni podía ser otra que España. En 1719 se acogería al perdón real, viviendo tranquilamente hasta su muerte, que se produjo en 1743.

¿Dónde está pues la lucha catalana por la independencia? ¿Dónde el caudillo separatista? ¿Dónde la ocupación castellana de un territorio independiente? ¿Dónde el enfrentamiento entre regiones? Ni hubo el más mínimo intento de segregación, ni se prohibió la lengua catalana, ni despertó la menor reacción "nacional" catalana ante la inexistente agresión españolista, ni nada de nada de nada. De hecho, durante 150 años nadie se queja del episodio del 11 de septiembre hasta que, a finales del siglo XIX, lo recuperan los inventores del nacionalismo catalán. Se trata simplemente de un mito, hijo de la mentira más grotesca, para buscar de la nada un supuesto derecho histórico catalán y así conseguir un caldo de cultivo que propicie el enfrentamiento entre Cataluña (tierra españolísima, quieran o no los separatistas) y el resto de España. A la única conclusión a la que podemos llegar es a que el nacionalismo catalán, a fuer de ser antiespañol, es así mismo anticatalán.

Pues estos anticatalanes están promoviendo una campaña antiespañola cambiando el nombre de calles y plazas catalanas y arriando banderas españolas, y ayuntamientos como Sant Pere (San Pedro) de Torelló se han declarado "territorio catalán libre" y han instado al parlamento catalán a proclamar la independencia. Oigan, y aquí no pasa nada. Ni un solo movimiento ni del gobierno ni de las instituciones. Que insultan y escupen a España... pues nada, no los toquemos no vaya a ser que necesitemos de sus votos para un futuro gobierno. De vergüenza. Únicamente un militar español, el Coronel Francisco Alamán, ha salido al paso de este puñado de independentistas señalando que la independencia se hará por encima de su cadáver y por el de muchos de sus compañeros. Por supuesto, la piara separatista ha salido al paso tildándolo de fascista, golpista y hasta han pedido al ministro de defensa un correctivo. Todo por citar un articulito de la constitución en el que habla del papel de las Fuerzas Armadas en aras de la defensa de la unidad nacional. Pues bien, creo llegada la hora de una intervención del ejército, que ni siquiera haría falta que fuera armada, para poner las cosas en su sitio de una vez y para siempre. Y si el ejército tampoco quiere ejercer sus funciones, entonces nos corresponde a los patriotas españoles, y a los catalanes orgullosos de ser españoles principalmente, poner las cosas en su sitio. Por patriotismo y por amor a España y a Cataluña.

Acabo con las palabras de Antonio de Villarroel, el jefe militar a cargo de la defensa de Barcelona, con las que arengó a sus tropas:

Señores, hijos y hermanos: hoy es el día en que se han de acordar del valor y gloriosas acciones que en todos tiempos ha ejecutado nuestra nación. No diga la malicia o la envidia que no somos dignos de ser catalanes e hijos legítimos de nuestros mayores. Por nosotros y por la nación española peleamos. Hoy es el día de morir o vencer. Y no será la primera vez que con gloria inmortal fuera poblada de nuevo esta ciudad defendiendo su rey, la fe de su religión y sus privilegios