Al hilo de las últimas elecciones en Suecia, donde el partido Demócratas de Suecia ha obtenido el 5,8 de los sufragios y ha entrado por vez primera en el parlamento sueco nos preguntamos: ¿Para cuándo en España?
Este partido, defensor de la familia, del rearme moral de la sociedad a través de valores cristianos protestantes y del mantenimiento de una cultura predominante sueca, no es el único en Europa. Vemos como partidos similares, en Holanda, en Austria o en Dinamarca van consiguiendo importantes logros electorales y cuotas de poder. ¿Porqué no en España? ¿Porqué tenemos ese miedo casi invencible a votar en conciencia a quienes de verdad nos pueden representar? Si en Europa es ya una constante, ¿A qué esperamos los españoles?
¿Es que no estamos hartos ya de esta casta parasitaria que nos desgobierna? ¿Es que no estamos hartos ya de esta (no) oposición cobarde y acomodaticia que nos engaña y nos traiciona una y otra vez? ¿Es que tenemos que sufrir en silencio el laicismo salvaje, la entrega de España y la corrupción generalizada de unos y otros? ¿No es hora de ir con los tiempos y volver a nuestras raíces católicas y españolas? Sigamos a Juan Pablo II cuando dijo "no tengáis miedo" y rompamos la barrera del silencio y de la acción. Otros ya lo han hecho. Y que no se diga que no hay partidos a quienes votar. Si se quiere se encuentran, la pregunta es: ¿Quieres? PUES MUÉVETE.
Este partido, defensor de la familia, del rearme moral de la sociedad a través de valores cristianos protestantes y del mantenimiento de una cultura predominante sueca, no es el único en Europa. Vemos como partidos similares, en Holanda, en Austria o en Dinamarca van consiguiendo importantes logros electorales y cuotas de poder. ¿Porqué no en España? ¿Porqué tenemos ese miedo casi invencible a votar en conciencia a quienes de verdad nos pueden representar? Si en Europa es ya una constante, ¿A qué esperamos los españoles?
¿Es que no estamos hartos ya de esta casta parasitaria que nos desgobierna? ¿Es que no estamos hartos ya de esta (no) oposición cobarde y acomodaticia que nos engaña y nos traiciona una y otra vez? ¿Es que tenemos que sufrir en silencio el laicismo salvaje, la entrega de España y la corrupción generalizada de unos y otros? ¿No es hora de ir con los tiempos y volver a nuestras raíces católicas y españolas? Sigamos a Juan Pablo II cuando dijo "no tengáis miedo" y rompamos la barrera del silencio y de la acción. Otros ya lo han hecho. Y que no se diga que no hay partidos a quienes votar. Si se quiere se encuentran, la pregunta es: ¿Quieres? PUES MUÉVETE.