viernes, 6 de noviembre de 2009

LA CORRUPCIÓN ES INHERENTE AL SISTEMA

Si algo ha caracterizado al sistema que ha propiciado la constitución del ´78 es la corrupción. Una corrupción nunca vista antes en España, una corrupción que afecta a todos los órdenes políticos de la Nación, una corrupción innnata, de la que ninguna formación política está libre.

Hubo quien dijo que si llegaba al poder acabaría con la corrupción generalizada del PSOE de Felipe Glez. Muchos le creyeron, hasta llevarle a la mayoría absoluta. Hoy ese mismo partido está pringado como el que más. Y el origen del actual pringamiento está precisamente en ese gobierno que prometió acabar con la corrupción. Pero es imposible, porque la corrupción está intrínsecamente ligada al sistema, un sistema impunista, buenista, sin control, en el que la mayoría de los partidos están de acuerdo en cuestiones esenciales que hacen posible que ocurran episodios y casos como los que están todos los días en la prensa. El ya famoso y manoseado consenso.Y da igual que sean populares, que socialistas, que nacionalistas. Todos pringados. De vez en cuando salen casos para hacernos creer que se persigue la corrupción pero son migajas para contentarnos mientras se esconden o se silencian los auténticos casos sangrantes que jamás conoceremos.

Incluso se dan por buenos casos que son de auténtica vergüenza, como el apilamiento de cargos públicos en una sola persona o el cobro de varios sueldos y pensiones a la vez por cargo ejercido. Ahí tenemos a la mujer de Montilla con 16 cargos según La Vanguardia o a Leire "Pijín" o a De Cospedal con más de tres sueldos cada una.

Lo hemos repetido muchas veces pero no nos cansaremos de volverlo a hacer: el sistema es el problema. Esto no se arregla votando al partido B en contraposición al partido A, es necesario un cambio sustancial y definitivo que de la vuelta como a un calcetín a la situación actual. Eso jamás lo harán los partidos del pesebre, significaría perder su situación de privilegio. No les interesa. Hay que mirar más allá, tener altura de miras y acabar con el actual estado de cosas. ¿Mirando extramuros del sistema? Por supuesto. No hay otra solución.

1 comentario:

  1. Aunque a toro pasado todos somos Manolete, a estas alturas ha quedado claro el por qué tanta insistencia de los políticos (en su momento) con la existencia de ese invento llamado comunidades autónomas.

    Con 19 administraciones distintas se puede robar más y mejor que con una sola. Y si cada una de ellas tiene su propia banca pública regional (cajas de ahorros, las llaman algunos), ni te cuento.

    Ahora se está empezando a rascar la superficie. Con razón nos vendieron la democracia como un dogma de fe: para poder llevárselo calentito. y con razón ponen de vuelta y media a cualquiera que cuestione la democracia (que es su medio de vida...y de latrocinio).

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