sábado, 26 de septiembre de 2009

EN ESPAÑA LA IZQUIERDA ES ANTISOCIAL

A menudo vemos a la izquierda presentarse como la defensora del trabajador, del débil, del "paria", como la única ideología social que ha alumbrado el mundo. Ellos serían los nuevos Robin Hood que acabarían con la riqueza de los malvados ricos (capitalistas) para ofrecérsela a los pobres (proletariado). Y desde ese punto de vista desencadenaron violentas revoluciones en todo el mundo. En España recordamos bien (pese a la desmemoria histérica) como acabó ese intento en la II república y en la guerra civil. Y ese plus social les daría una hiperlegitimidad y una superioridad, de tal forma que hagan lo que hagan estará siempre bien hecho.

Esto viene a cuento de la famosa foto de Zparo con los sindicalistas hace unas semanas en la que aparecen el susodicho, el scr. gen. de UGT y varias ministros puño en alto cantando La Internacional. Convendría hacer un poco de memoria acerca de lo que significó y significan realmente estos dos símbolos a los que se sigue agarrando la izquierda. Bajo ese himno millones de personas encontraron la muerte a manos de socialistas y comunistas que lo cantaban a voz en grito; tras ese puño cerrado (puño amenazador, crispado y violento), se vivió en el totalitarismo más bárbaro y cruel que recuerdan los siglos, es el puño de las revoluciones, de la dictadura del proletariado, de los campos de exterminio, de la brutal persecución religiosa, etc. etc. Nada que ver con el sentimiento de humanidad, de tolerancia y de fraternidad con que se nos quiere representar ahora (sin olvidar que es el mismo puño que enarbolan los etarras y batasunos).

Y mucho menos con el sentimiento social del que tanto alardean. Esos símbolos significaron como acertadamente escribe Pío Moa " la concentración del poder político en unas oligarquías burocráticas, la ausencia o fuerte limitación de las libertades, una gran corrupción y el estancamiento económico. La amistad hacia los pobres parece haber consistido en multiplicarlos". Y, efectivamente, contemplamos hoy día cómo quieren tanto a los pobres que los fabrican a marchas forzadas, casi 5 millones de parados ya en España y subiendo, mientras siguen presumiendo de defensores del "pueblo trabajador" con sus fortunas personales, sus cochazos, sus sueldazos, su ropa de marca carísima, sus magníficos chaléts en urbanizaciones de lujo, sus hijos en colegios privados y su acumulación de pensiones por cargos ejercidos.

Y así vemos cómo se suben los impuestos bajo la excusa de que se le suben a las rentas más altas, cuando todos sabemos que esa subida afectará fundamentalmente a las llamadas clases medias y bajas, a esas a las que dicen defender. Es todo una gran farsa, la izquierda ha sido históricamente antisocial, partidaria de la lucha de clases. Es la izquierda del pijoprogre y del progretariado. La izquierda de Leire Pijín.

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